Sumario
- Se ofrecen paquetes de patrocinio en cuatro categorías (diamante, oro, plata y bronce) con precios elevados, que varían según el equipo y la categoría.
- Los precios de los paquetes van desde 22.5 millones de pesos para equipos más cotizados como Industriales, hasta 2.25 millones para equipos de menor categoría.
- La iniciativa refleja desconexión con la realidad cubana, marcada por apagones y un torneo que no genera interés fuera de la isla.
Los federativos del béisbol cubano parecen vivir en un universo paralelo, totalmente ajenos a la realidad de la isla.
Urgidos de fondos para sacar adelante la moribunda Serie Nacional, ahora anuncian un plan para que empresas estatales y privadas se conviertan en auspiciadores de los diferentes equipos, tras la promulgación por el Parlamento, en julio pasado, de la Ley de Patrocinio del Deporte Cubano.
La Federación Cubana de Béisbol (FCB) y la empresa estatal Cubadeportes S.A. presentaron en La Habana un documento que incluye diferentes opciones de patrocinio, con precios absurdos y promesas imposibles de cumplir.
“Conecta tu marca con la pasión que mueve a Cuba. Sé parte de algo más grande que un juego”, reza en su inicio el documento que esboza los paquetes, que varían según cuatro categorías: diamante, oro, plata y bronce, así como precios diferentes, en dependencia del equipo a auspiciar.
Los Leones de Industriales, las Avispas de Santiago de Cuba y los Cocodrilos de Matanzas son los más cotizados, con precios que van desde 22 millones 500 mil pesos (diamante) y 15,750,000 (oro), hasta 11,250,000 (plata) y 3,750,000 (bronce).
En un segundo nivel aparecen los Vegueros de Pinar del Río, los Leopardos de Villa Clara, los Leñadores de Las Tunas, los Alazanes de Granma, los Cachorros de Holguín y los Toros de Camagüey, con paquetes de 16,875,000 (diamante), 12 millones (oro), 8,625,000 (plata) y 2,850,000 (bronce).
Y en una tercera categoría figuran los Elefantes de Cienfuegos, los Gallos de Sancti Spíritus, los Cazadores de Artemisa, los Huracanes de Mayabeque, los Tigres de Ciego de Avila, los Piratas de Isla de la Juventud y los Indios de Guantánamo, cuyos precios de patrocinio son de 13,500,000 (diamante), 9,450,000 (oro), 6,750,000 (plata) y 2,250,000 (bronce).
Con el cambio en el mercado informal a más de 400 pesos por dólar, los precios de los paquetes van desde 51 mil 136 hasta 5,113 billetes verdes, cifras estratosféricas para la realidad cubana.
Es difícil que las improductivas empresas estatales muerdan este anzuelo, a menos que por directivas del mando superior asuman la tarea, mientras que, para los negocios privados, semejantes números son una bofetada al sentido común.
Además, el documento promete, a quienes se aventuren a poner su dinero, menciones comerciales que le darían una supuesta visibilidad nacional e internacional en transmisiones en medios cubanos y alcance global mediante alianzas con plataformas deportivas.
Los patrocinadores también tendrían presencia en pantallas gigantes de televisión en los estadios y acceso a palcos VIP, al mejor estilo de las principales ligas profesionales del planeta.
Dicen un refrán que el papel aguanta todo lo que le escriban. Las promesas recogidas en el documento de la FCB son imposibles de cumplir en un país en perenne apagón, donde la mayoría de los partidos se juegan de día, porque el maltrecho Sistema Eléctrico Nacional impide encender el alumbrado de los parques en las noches.
¿Qué visibilidad internacional tendría un torneo decadente, incapaz de generar interés genuino y que sólo se ve dentro de la isla, si los apagones lo permiten, porque las opciones televisivas son mínimas?
O ves la pelota o ves La Mesa Redonda, donde otros funcionarios, igualmente alejados de la realidad, como los directivos de la FCB, tratan de mostrar una Cuba que sólo existe en sus cabezas.